21 marzo.
Vino a besarme. Aparté su boca de la mía y lo abracé como
hacía tiempo que no abrazaba a nadie. Mostrándole que lo quería de verdad y lo
necesitaba: necesitaba su apoyo, su sonrisa y en otros momentos, también sus
besos.
Lo estreché contra mi pecho y lo sentí, mucho más que en
ningún otro momento. Lo quiero de verdad, mucho muchísimo: por cómo me hace sentir, porque él es de los
pocos capaces de hacerlo. De hacerme hablar pensando primero en él, capaz de
hacer cualquier cosa. De sonreír al perdonarnos, de decir que le quiero y ni
siquiera sé por qué. Que me
llenan sus conversaciones y sus palabras bonitas y no me creo que llevemos
simplemente 3 días sin hablar. Que parece más y, no sé él, pero yo lo echo
mucho de menos y lo necesito. Desahogarme, oír sus tonterías, desvariar un poco
con mis historias. Contarle mis pensamientos, que me diga que ando raro, que
parezco un patito o que soy suya. No sé, cualquier cosa. Que me diga que me
extraña y que me vuelve a querer. ¿De verdad es tan fácil dejar de hacerlo? ¿No
estaba tan enamorado de mí o, al menos, le gustaba tanto?
Me pregunto por qué terminó todo. Si de verdad fue por lo
que hice (que sí, sé que lo hice mal y ojalá pudiera volver atrás y remediarlo,
volver a empezar de cero…) o bien porque ha dejado de sentirme. A mí, a mis
besos, mis te quiero. O porque al fin me ha conseguido y ya no le valgo nada,
quiero saber si se ha cansado de mí. Qué es lo que he hecho mal. Si piensa en
todo lo que hemos pasado, la noche que hablamos hasta las 2 de la mañana en
susurros y con los ojos cerrándose a causa del sueño. Pero joder, lo repetiría
una y otra vez, y mucho más ahora. Que es algo que guardaré por siempre dentro
de mí, me ha hecho aprender a querer. A no tener miedo de decirlo y de sentir
algo por alguien. He aprendido que no es renunciar a mi libertad, sino darle un
sentido. Un motivo por el que sentirme llena y bien conmigo misma.
Él me ha aportado estabilidad emocional, algo que necesito
en grandes cantidades. Me ha aportado serenidad y, en cierta medida, saber qué es
lo que quiero. Lo he apoyado y querido como mejor he sabido y ¿sabes? Duele
haberlo perdido, saber que ya no hablaremos más. Me cuesta aceptarlo y, en
realidad, ni siquiera me lo creo. Es extraño. Mañana hace tres meses que nos
conocemos. Es… raro, ya que nuestra historia empezó prácticamente el primer día.
Me niego a aceptarlo, como si mi cabeza no lo quisiese aceptar.
Sigo pensando que sería más fácil desaparecer, pero me tengo que conformar con
esta mierda. Y yo solo busco una maldita oportunidad, joder, déjame volver a intentarlo...
No pretendo que esté bien escrito, simplemente es un texto personal.
Siento estar desaparecida durante tantos meses, espero volver algún día y que os vaya todo bien :)
'Volver a intentarlo'.
ResponderEliminarSuena fácil, pero lleva todo un mundo intentarlo.
Algo así podría escribir en estos momentos, y es que en casos así sólo queda intentarlo -o resignarse, sufrir y empezar de cero.
abrazos,
B.
Sin duda me ha matado esta frase "He aprendido que no es renunciar a mi libertad, sino darle un sentido" uffff dice tanto que es imposible que no llegue al corazón
ResponderEliminar